Ganar es ganar. Y solo gana uno. Pero hay formas y formas. Se puede a partir de valores. Se puede desde la integridad y la superioridad ética. Se puede sin pervertir las normas escritas y no escritas. Se puede teniendo talento y talante. Se puede siendo líder pero sabiendo que te debes a un equipo. Se puede no poniendo en riesgo cuestiones que sabes que no deben amenazarse. Se puede sin aliarte con el diablo para cruzar un puente. Se puede respetando al rival. Se puede sin estridencias. Se puede así, claro. Y se puede de otras formas, seguramente más sencillas. Se puede ganar, sí. Pero una cosa es ganar y otra sentirse ganador. Muchas gracias por tantas enseñanzas, Rafa Nadal…
domingo, 30 de enero de 2022
Ganar y sentirse ganador
Ganar es ganar. Y solo gana uno. Pero hay formas y formas. Se puede a partir de valores. Se puede desde la integridad y la superioridad ética. Se puede sin pervertir las normas escritas y no escritas. Se puede teniendo talento y talante. Se puede siendo líder pero sabiendo que te debes a un equipo. Se puede no poniendo en riesgo cuestiones que sabes que no deben amenazarse. Se puede sin aliarte con el diablo para cruzar un puente. Se puede respetando al rival. Se puede sin estridencias. Se puede así, claro. Y se puede de otras formas, seguramente más sencillas. Se puede ganar, sí. Pero una cosa es ganar y otra sentirse ganador. Muchas gracias por tantas enseñanzas, Rafa Nadal…
martes, 11 de enero de 2022
Fallece David Sassoli, presidente del Parlamento Europeo
Una visión política y periodística de Europa
sábado, 28 de noviembre de 2015
Black Saturday
Los niños, demasiado mayores para la silla gemelar desde la que otean las siguientes manzanas. La muchacha que la empuja, demasiado joven para que le llamen mamá. La ropa de los tres, demasiado ajada para intuir que ya vino estrenada. El ritmo de ella, demasiado rápido para pensar en un paseo relajado por Jerez. La hora apenas pasado el mediodía, demasiado temprana para buscar un sitio donde almorzar. La excusa al encontrar cerrado el Telepizza, demasiado evidente a oídos de un adulto. La resignación de los críos, demasiado serena para sospechar que despierten a la decepción. El nuevo caminar de la madre, demasiado calmo para anticipar nuevas obligaciones. La promesa de arroz en casa, demasiado previsible para romper la monotonía. El nombre de la calle, Porvenir, demasiado negro tras el black Friday.
viernes, 10 de julio de 2015
Un profesor y un maestro
Uno fue profesor en la universidad y padrino de mi
graduación como licenciado en Ciencias de la Información. Otro, un maestro de esta
bendita profesión de periodista.
Del primero jamás olvidaré sus lecciones magistrales sobre
los sistemas de gobierno en un mundo que se precipitaba, sin saberlo, desde la
rigidez del telón de acero hasta el vértigo de la globalización. También
atesoro el final de su discurso en la ceremonia de egresados, cuando invitó a mi
promoción entera a aplaudir a nuestros emocionados
padres hasta que la atronadora ovación echara abajo el techo del Aula Magna de
la Universidad de Navarra…
Del segundo me guardo su honestidad personal y profesional.
Su ingenio y su decencia. Su capacidad, tan extraña, de poner al mal tiempo
buena cara; incluso de poner buena cara a las malas caras. Me guardo su
silencio prudente y su palabra acertada. Su papel como líder ético y moral en
una profesión tan acostumbrada a pontificar como huérfana de ese tipo de
referencias...
Hoy se han ido Francisco Gómez Antón y Emilio López Mompell.
Hoy he perdido a un profesor y a un maestro.
martes, 19 de agosto de 2014
Va de alcaldes
El poder municipal, dicen, es el más cercano
a la ciudadanía. El que comparte con los vecinos y vecinas sus angustias, sus
necesidades y sus temores. El que se nutre de sus alegrías y padece con sus
frustraciones. El más inmediato; y, por tanto, el más sujeto a la manipulación.
El próximo mes de mayo, si no lo impide un nuevo
18 de julio o el anunciado pucherazo institucional a través de la reforma de la
elección de alcaldes, los españoles y las españolas tendremos la oportunidad de
elegir a quien debe encargarse de gestionar lo público en nuestro entorno más
inmediato.
En este momento procesal, ofrezco dos
oportunidades para la reflexión, brindadas por dos alcaldes que claman a gritos
ser desalojados de sus responsabilidades municipales. Piensen y recuerden. Y
voten en consecuencia. La pena es que haya que esperar hasta mayo.
Uno, el alcalde de Bilbao, Ibon Areso (PNV),
que en apenas unos meses ha conseguido que el añorado Iñaki Azkuna pueda ser
considerado a perpetuidad como ‘mejor alcalde del mundo’. Él, desde luego, no
va a hacerle sombra. Al regidor del Botxo no le entra en la cabeza que una
persona pueda elegir la playa para liarse a machetazos hasta la muerte con una
mujer y su padre. No es ya que no alcance a comprender cómo puede cometerse
semejante atrocidad, independientemente del complemento circunstancial que acompañe
a esa infamia. No. La máxima autoridad municipal de una de las mayores ciudades
de España, primera de Euskadi, confiesa que “no se llega a entender cómo se va a la playa a hacer una cosa de estas". Hostia pues.
http://www.20minutos.es/noticia/2217337/0/alcalde-bilbao-sorprendido-por-escenario-elegido-por-autor-doble-asesinato-laredo/
http://www.20minutos.es/noticia/2217337/0/alcalde-bilbao-sorprendido-por-escenario-elegido-por-autor-doble-asesinato-laredo/
Y dos, el alcalde de Málaga, Francisco de la
Torre (PP); el mismo que, reinterpretando la doctrina Cañete, aprovechaba sus
intervenciones públicas para aleccionar a los malagueños sobre cómo asearse cual
felinos en apenas unos segundos y esquivar así el aumento del precio del agua que
él mismo había decidido… Todo por el pueblo, pero un pueblo con palanganas, sin
agua corriente que haga correr el contador. Ahora, después de que una joven
fuera violada por cinco jóvenes durante una madrugada en la Feria malagueña,
todo su esfuerzo se centra en restar importancia al suceso, en relativizar el
episodio… Dice que en España se cometen unas mil violaciones al año. Debe de
ser algo así como el cuponazo, que te toca y te aguantas.
Por cierto, otro día
debería hablar de determinados enfoques de informaciones periodísticas manifiestamente
mejorables. Los calificativos están de más en determinados casos (en todos,
diría yo), en los que no añaden gravedad a un hecho ya de por sí despreciable. Una
violación, como un asesinato o cualquier acto de violencia o de abuso de poder,
es “brutal” en sí misma. No vaya a ser que un día deje de serlo, simplemente
porque no quepa en un titular.
miércoles, 25 de junio de 2014
Ana María
Mi madre conoció a Aida a destiempo. En realidad, la conoció
unas horas más tarde. Aida estaba de vacaciones. Y mi madre se
asomaba entonces a la vida de su hijo divorciado, el padre divorciado de sus
nietos, los hijos de un padre divorciado. Mil kilómetros y dos mil prejuicios no mejoran
la perspectiva. Todo lo más, ofrecen tres mil razones para la
duda.
“Mamá, quiero que conozcas a alguien…”. Tono nokia… Tono
nokia… “¿Sí? Ah, hola. ¿Ya vienes? Estoy aquí con mi madre”. Silencio…
Antes de que yo pudiera articular palabra tras cortarse la
comunicación, la viuda de Aramburu se precipitó mandíbula abajo en una catarata.
El torbellino arrastraba a mis pequeños hijos, que apenas lograban sacar la
cabeza de las aguas embravecidas para sumergirse después de tanto en cuanto; a
mí mismo, que trataba sin éxito de asirme a los restos del naufragio de un
libro de familia con más de treinta años de antigüedad; y a una pobre chica de
Cádiz que, ajena a aquel cataclismo, había tenido que modificar sus días de
descanso para hacer a última hora una entrevista por teléfono.
“¿Ana María Matute? ¿Que Aida va a venir más tarde porque
tiene que entrevistar a Ana María Matute?”, me preguntó su futura suegra,
blandiendo ya el cayado de Moisés. Mis hijos, Aida y yo mismo estábamos
repentinamente salvados. Y así seguimos. Gracias, Ana María. Y hasta siempre.
viernes, 1 de febrero de 2013
Dimisión
"Mariano Rajoy debe de dimitir".
No lo digo yo. Lo ha dicho, y dos veces, el coordinador nacional de IU, Cayo Lara. A la luz de los papeles de Bárcenas, los medios de comunicación han interpretado sus palabras y han dado por hecho que el dirigente de IU exigía al presidente del Gobierno su inmediata renuncia al cargo.
Pero, ¿dijo eso realmente?
Tal vez quiso hacerlo, no lo niego. Pero no... La Real Academia Española (Diccionario Panhispánico de Dudas) no deja ninguna duda al respecto:
Así pues, Cayo Lara no exigió nada. Se refirió a una probabilidad o a una mera suposición.
Y yo no puedo estar más de acuerdo con lo que no dijo.
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