Han venido los Reyes Magos. Y, los tíos, me han traído un blog. Es verdad que soy afortunado, porque no ha caído una gota de colonia. Ni una simple corbata. Y han sido generosos: un MP4, una caña de pescar, un GPS para ver si soy lo suficientemente torpe para perderme por la Sierra de Grazalema (Juan Pedro Crisol dixit) o los Pirineos... Incluso varias exquisiteces dignas de Pepe Monforte, pero en versión norteña: queso del Roncal, sidra guipuzcoana, alubias alavesas (jamás creí el mito de Tolosa), esas guindillas que alguna gente hemos probado y no encontramos por estos lares a no ser que sea por suministros familiares, alcachofas (admito, Faustino, que las tuyas podrían ganar en los penaltis), esos espárragos que la leyenda dice que fueron bautizados como 'Cojonudos' por el Rey...
En fin, que los Reyes Magos se han portado. Yo sólo les había pedido dejar de fumar, y casi sumo 24 horas sin hacerlo. De hecho, he elegido la foto de mi perfil para mortificarme y no requetecaer en la tentación...
He despedido un año pleno de acontecimientos, e incluso de sorpresas enormemente agradables. Y éste no pinta mal. En todo caso, hay que ser optimista. Y agradecido; así que intentaré hacer aprecio a este blog, que es un regalo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola Juan Ramón, bienvenido a la cosa de los blogs. Yo he empezado un interesante proyecto en la blogosfera que se llama 'Gente del Puerto' y que puedes ver en
ResponderEliminarwww.gentedelpuerto.wordpress.com
Saludos y suerte en esta nueva etapa.
José María