domingo, 12 de septiembre de 2010

Inflación

Acabo de regresar de Alcalá; de la romería de la Virgen de los Santos. Mi amigo Alfonso ha obrado el milagro de que descubriera por fin esa fiesta tradicional… y lo ha hecho de tal forma que, si por mí fuera, me apuntaría por los siglos de los siglos. Pero de eso habrá que hablar dentro de un año.
La cuestión es que, llegada la hora de regresar a casa, he tenido ocasión de darme de bruces con la realidad económica que es ajena a las estadísticas oficiales pero que, por desgracia, forma parte de la experiencia vital cotidiana de miles y millones de españoles. Sé que no deja de ser una anécdota. Y así la reflejo, pero mucho me temo que estamos rodeados de anécdotas que, como las causas de Silvio Rodríguez, nos van cercando “cotidianas e invisibles”.
En primer lugar, de las tres tiendas ‘de conveniencia’ que se sitúan en los alrededores de mi domicilio (aquellas en las que se puede encontrar aceite de oliva, ‘salvaslips’, donuts, cromos de la Liga BBVA y pictolines a casi cualquier hora), esta tarde-noche sólo estaba abierta una… ¿Un cerrojazo industrial silencioso como consecuencia de la crisis? Las organizaciones de autónomos (al menos, las que hablan y salen en los papeles) dicen que en esta ciudad están cayendo chuzos de punta… Así que al sufrido consumidor le toca pasearse por la barriada. Por suerte, el calor y la levantera provocan que no haya demasiadas aglomeraciones por las calles, al contrario que ha sucedido en Madrid con la ‘noche en blanco’.
En segundo término, una vez que el libre mercado se ha convertido en monopolio, llega mi siguiente sorpresa (lógica, una vez asimilada la ausencia de competencia): la bolsa de 40 gramos de pipas que hace apenas dos semanas ‘cotizaba’ a 20 céntimos ha visto ‘dispararse’ su valor hasta las 25 unidades básicas. Coño con el Banco Central Europeo y su lucha contra el desbocamiento de los precios: nada menos que una inflación del 25% en sólo unos días…
Mi amigo Alfonso se ha puesto pesado y no me ha dejado llevar nada a la cita en Alcalá. Después del homenaje que me ha ofrecido en sus dominios, voy a tratar de hacer acopio de pipas por si en 2011 también se acuerda de mí y puedo corresponder a su generosidad. En el fondo, espero que me convide nuevamente. Para poder impresionarle con mis pipas, es cierto. Pero si por lo que fuera no vuelve a invitarme, siempre podré venderlas en el mercado negro. Mis brokers ya están en ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario