sábado, 4 de diciembre de 2010

Rayado



Estoy rayado. Como el queso; con la única diferencia de que él, además de fundido, está rallado. No sé a qué responde lo suyo. Lo mío es por los controladores aéreos, unos tipos que llevan años jugando con cartas marcadas y exhibiendo groseramente los ases en su manga, sabiendo que van a desplumarte mientras tu cara de tonto se refleja en sus dientes de oro.
Mi mosqueo no responde a que lleve horas en un aeropuerto, aguardando a poder tomar un avión para pegarme el puente padre en Londres o en Canarias. Qué más quisiera yo… Mi cabreo viene de reconocerme en los miles de semejantes que se han pasado horas esperando poder tomar un avión en los distintos aeropuertos españoles, o tratando de aterrizar en territorio patrio.
Mis hijos (tienen 13 -casi 14- y 12 años) jamás se han visto obligados a viajar solos por ahí, con el ‘cartelón’ que les ponían antes al cuello, de aeropuerto en aeropuerto. Ayer y hoy, claro, tampoco lo han hecho. Y me alegro, porque no quiero ni pensar en el lío que habría montado sabiendo que están por ahí gracias al capricho de alguien…
No acostumbro a leer el Código Penal, pero a bote pronto no encuentro demasiada diferencia entre sepultar en un zulo a un tío durante un año y retener a miles de personas en un aeropuerto, hurtándoles uno o dos días de su vida por una reclamación laboral. Uno o dos días en los que, además, puede haber en juego cuestiones que no se prestan a segundas oportunidades.
Desconozco si los controladores desarrollan su trabajo en los propios aeropuertos, como en aquellas películas de catástrofes aéreas de los 70 y sus secuelas en clave de comedia. Si fuera así, ofrezco gratis total la solución a estas cíclicas extorsiones con forma de protestas laborales: ubicar el aparcamiento de estos sufridos trabajadores justo al lado de las terminales, convenientemente señalizados. Así, el pueblo soberano sabría dónde encaminarse para mostrarles el caluroso agradecimiento que merecen por su impagable labor.

2 comentarios:

  1. No tengo una posición clara. Cuanto más informada o desinformada estoy más dudas tengo sobre el conflicto de los controladores aéreos. No sé si es una reivindicación justa aunque desmesurada en el bloqueo aéreo por la defensa de unos derechos laborales o el mangoneo de un sector que obstaculiza a su antojo siempre que se avecinan puentes y vacaciones. Lo que no es admisible es que el ciudadano de a pie siempre pague las tensiones de otros y tantas personas hayan vivido un viacrucis para coger un dichoso avión. ¿Estado de Alarma? que teatreros...hay que tomar medidas pero de ahí a montar este tinglado me parece exagerado. Estado de Alarma son los 5mill de parados, la crisis y sobre todo la inutilidad de nuestros dirigentes en aplicar medidas contundentes.

    ¿Estás preparado para la adolescencia? qué mayores son tus hijos¡¡ necesitas un manual de instrucciones jaja. Al menos dime que tus retoños se esfuerzan por mejorar el Informe PISA ¡¡manda narices!!. No te parece contradictorio que por un lado en Educación Obligatoria se tenga fracaso escolar y por otro en Educación Superior se esté sobreformada, al menos, respecto al mercado laboral. No sé es una curiosidad.

    Nos vemos en los bares, saludos y cuídate.

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  2. Me encantan los informes. De mayor me pido ser 'facedor' de informes. Los haría de todos los tamaños, los colores, las temáticas... Y, al menos en ocasiones especiales, procuraría que se parecieran a la realidad.
    Ya más en serio, creo que la educación es la gran herida por la que se desangra este país (me temo que la frase me ha salido demasiado solemne), en el que no hemos entendido que hay asuntos que por su trascendencia no pueden estar constantemente sometidos a la dialéctica política. Y luego estamos los padres españoles, que somos la caña (la caña de España, claro). Me gustaría saber qué puesto ocupa la educación en los listados esos tan divertidos que se publican a veces sobre las preocupaciones del pueblo soberano... En un país en el que los poderes públicos han llegado a primar a las familias para que sus hijos no abandonen los estudios.
    ¿Y no te parece que una sobreformación respecto al mercado laboral no es sino otro monumental fracaso?.
    Y lo de los controladores aéreos lo tengo claro; lo mismo que si fueran los panaderos o los periodistas los que planteásemos paralizar un país, saltándonos además las reglas del juego que establecen los límites... ¿Por un conflicto laboral, además, que en el fondo no es más que económico? Por cierto, la experiencia me ha enseñado que, en términos laborales, la palabra 'dignidad' y sus derivadas pueden ser sustituidas por 'dinero' y las que nacen de ella sin afectar en absoluto el sentido del mensaje de que se trate en cada caso.

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