jueves, 20 de enero de 2011

Fichaje


Sabía lo del fútbol. Me refiero al mercado de invierno. Pero, ¿en las teles locales? Pues sí, también existe: puedo confirmar que es posible hacer fichajes con los que reforzar la plantilla de las emisoras municipales…

Siguiendo con el símil del fútbol, tal vez sea porque el Xerez ocupa un puesto de privilegio en la segunda división; y porque se frota los ojos ante la posibilidad de soñar con subir a primera, en plena crisis de la institución y en medio de un aparente vacío de poder como corresponde a una sociedad intervenida... Lo mismo es por eso que Onda Jerez también debe apuntalar su nómina de profesionales, con altura de miras. Y por eso ha cerrado un fichaje de ida y vuelta que llega, trayendo aires de la Bahía. El Cádiz opta, a su vez, por colarse en la liguilla de ascenso a segunda…

El fichaje (créanme, de la Champions del periodismo provincial) ha demostrado en el territorio Bahía, nada menos que en Onda Cádiz, lo que se espera de un profesional: trabajar con independencia y tratar de cumplir la esencia de un medio público, que no es otra que garantizar la presencia de todas las sensibilidades, ya sean políticas, sociales, económicas, culturales, religiosas… A mi juicio, lo ha conseguido; y ha pagado un precio elevado por ello.

Antes que cualquier cosa, Pepe es amigo. ¿Por qué? Por varias razones. Una de ellas, seguramente no la más importante, que los amigos deben saber estar en los momentos en los que se les necesita. Pepe, con quien puedo discrepar en otras cuestiones, también lo tiene claro, y ha estado ahí cuando más lo he necesitado. Por eso, solo puedo alegrarme de sus triunfos: en lo profesional, pero también en lo personal. Sobre todo en lo personal; y le deseo toda la suerte que merece y que en tantas ocasiones se le ha negado desde esa bendita tierra.

Él y yo sabemos (y creo que valoramos en la alta medida que merecen) dos cosas: el daño que puede causar la indecencia oculta tras una corbata de Hermes o unas gafas de Prada; y el alivio que se obtiene al recibir una breve llamada o un simple sms cuando la vida aprieta y amenaza con ahogar.

En la foto que encabeza esta entrada aparezco (en el centro) en mi única presencia en Onda Cádiz: alguien me invitó el pasado noviembre, cuando ahí fuera llovía que se mataba desde hacía meses, a una tertulia con un ramillete de escogidos jóvenes empresarios de la provincia. Quien me invitó se llamaba (y se sigue llamando) Pepe Contreras. En la foto está a mi izquierda. Pero solo en la foto. Pedazo de fichaje.

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