sábado, 1 de enero de 2011

Nuevo

Comienza un año más. Con lo bueno y malo que tiene lo desconocido. Más allá de la sabiduría que encierran varios dichos castellanos que ahora me vienen a la memoria, ansiamos la llegada de algo nuevo en medida de lo malo que nos rodea; y, al contrario, nos aferramos a nuestro presente medianamente venturoso por más que escuchemos promesas de mayor bienestar. El ande yo caliente y el mal de muchos, vencidos de repente por el más vale conocido…

Mis mejores deseos para 2011. Sí, para 2011; para el año nuevo que ahora se asoma a la puerta. Para él, para que sea capaz de acertar y de poner a cada uno y a cada una en el sitio que merece. Porque el año será nuevo, pero no tiene por qué ser tonto.

Insisto, mis mejores deseos. Para 2011.

2 comentarios:

  1. Seguro que si Juanra, el 2011 pondrá a muchos en su sitio, sobre todo a los que han hecho daño sin ninguna acritud, pensando en ellos solo, y han conseguido torpedear a familias en la linea de flotación, a través de ceses y negarles ayuda en los juzgados, cuando navegaban en su rumbo.

    ResponderEliminar
  2. Hacer daño es fácil. Lo cual no debe significar que pueda ser gratis. Muy al contrario: ahí radica el principio elemental de la justicia terrena al que algunos nos aferramos (tal vez por lo largo que lo fía la justicia divina...) El año que ya se ha ido no formará parte de mis grandes éxitos: yo también he conocido el verdadero significado de palabras como 'despido' y 'juzgado'. Pero 2010 fue y se hizo tan largo como para poder aprender también el de otras como 'compañero' y 'apoyo'. Coincido contigo en confiar en un 2011 justo; por más que, de ser así, a algunos y algunas se les pueda hacer interminable.

    ResponderEliminar