miércoles, 14 de enero de 2009

El 1 de marzo...

El presidente del Gobierno ha dejado 'a pique de un repique', como diría mi amigo Andrés Barrera, uno de los grandes asuntos económico-políticos que se le abren en un horizonte inmediato: la financiación autonómica. Y lo ha hecho con los presidentes de Ceuta y Melilla. Al menos, eso dicen las crónicas.
Pero, por más que internet ofrezca una magnífica oportunidad para 'crecerse', para 'gustarse' en la inmediatez del teclado, debo admitir que me faltan datos para profundizar en este particular (o que me sobra prudencia, a la espera de las previsibles reacciones, por supuesto contrarias, de la habitual muchachada); y que, sin embargo, las inminentes elecciones en dos de las 'comunidades históricas' ofrecen una oportunidad ideal para la reflexión. Una vez más, la cuestión autonómica...
En una, Galicia, se trata de consolidar la victoria lograda por Pérez Touriño hace ahora cuatro años, cuando consiguió desbancar a la derecha de uno de sus feudos tradicionales. Allí está ahora en juego reforzar la opción socialista, de forma que desde la Plaza del Obradoiro no sólo pueda contemplarse uno de los más bellos espectáculos de la cristiandad; sino que, a partir de su balconada, el proyecto del puño y la rosa tenga asegurada su viabilidad y su cumplimiento, más allá de la aritmética electoral del día después.
En la otra, Euskadi, ZP tiene una auténtica cita con la historia. Porque aquí se trata de otra cosa. Probablemente, el PSE (el PSOE, vaya, pero llamándose Iñaki en lugar de Ignacio) será la opción más votada en la Comunidad Autónoma Vasca. O no (Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, con una población muy desigual, aportan cada una 25 de los 75 escaños del Parlamento...) Total, que la candidatura socialista de Patxi López asistirá al momento histórico en que esas siglas disfrutarán de la legítima opción de crear Gobierno. Y, a diferencia de lo que sucedió hace ya muchos años, ahora no hay excusa para dejar la Lehendakaritza en manos de quienes la consideraban, la consideran y la considerarán suya, por los siglos de los siglos amén.
Espero que Patxi López sea el próximo lehendakari. El solo hecho de que acuda en visita institucional al Árbol de Guernica, con esa enorme carga simbólica...
Por descontado que Euskadi se abrirá a un nuevo tiempo... Un tiempo en el que lleva décadas el resto de España (por no decir el mundo civilizado en general); y al que ahora por fin accederá la tierra de mi padre. Un tiempo y una tierra en los que, estoy seguro, va a crecer la libertad. Sufriendo más aún de lo que debería ser razonable; llorando a los nuestros (porque vamos a seguir llorando, y mucho, a los nuestros), pero con la tranquilidad de espíritu que da saber que 'los de otros' también pueden ser y, de hecho, son los nuestros. Como siempre debió haber sido... Por todo ello y por mucho más, el 1 de marzo habrá que ir a votar. En Galicia, claro. Y en Euskadi, por supuesto. Porque nos jugamos mucho. O casi todo.

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