jueves, 8 de enero de 2009

Gobernando la crisis

Hoy 'han salido' (la jerga periodística me persigue) los datos del paro, un indicador aplastante que sitúa el número de desempleados por encima de los tres millones de españoles y españolas.
La estadística dice que son los peores guarismos desde 1996. Y el presidente del Gobierno, sin negar un ápice la gravedad de la situación, asegura que el objetivo es limar, a partir de mediados de año, el millón adicional de demandantes de empleo que nos dejó 2008.
Sé que puede resultar un ejercicio voluntarista, pero no encuentro motivos para poner más en duda las estimaciones de Rodríguez Zapatero que los datos puros y duros. ¿Acaso el Gobierno no está poniendo en marcha todos y cada uno de los mecanismos que puede tener en su mano (algunos de ellos, casi todos incluso, jamás habían sido utilizados) para salir de esta crisis generalizada? Porque, a estas alturas, entiendo que nadie dudará de la naturaleza y la magnitud de esta crisis: Internet ofrece mil posibilidades de bucear, en tiempo real, en las portadas y las secciones de Economía de periódicos de todo el mundo; o de seguir los informativos de radio y de televisión, cuando no los portales informativos específicos de la red. Y, sinceramente, creo que esa 'revista de prensa' debe mover al moderado optimismo. O, al menos, a una cierta confortación, más allá de posicionamientos editoriales (y electorales) que se basan en el célebre dicho italiano 'Piove? Porco Governo', y que en resumidas cuentas vienen a achacar a los gestores de la cosa pública la autoría de las siete plagas de Egipto, el hundimiento del 'Titanic' y la muerte de Manolete. ¿Se están tomando iniciativas más innovadoras por otros lares? ¿Cuántas de las presentadas desde las filas de los agoreros han sido rechazadas? No me gustan los discursos derrotistas. Prefiero confiar. Porque estoy convencido de que de las crisis se sale unidos; o mejor, de que, unidos, se sale de las crisis. De ésta y de todas. Sólo hay que creérselo. Y querer.

1 comentario:

  1. Yo también soy optimista por naturaleza, a veces creo que demasiado... aunque lo cierto es que los datos del paro son tremendos. De todas formas estoy de acuerdo en que el derrotismo no ayuda en nada.
    Saludos.

    ResponderEliminar